sábado, 17 de octubre de 2009

Impotencia y beneficios

Era un día como otro cualquiera, el espacio se abría ante mi en un sin fin de posibilidades. El ordenador de a bordo, al que cariñosamente llamo Ruby, me informo puntualmente de que acababamos de entrar en el sector Argon Primero.

- Esta vieja buster es incombustible - pensaba para mi, mientras me dirigía al compartimento de carga - no es excesivamente lenta y me lleva a donde quiero, ¿que más puedo pedir?.

De pronto, el olor a hierba me recordó que debería deshacerme de esa carga cuanto antes si no queria tener problemas. A esto aún debía de añadir un par más, me había quedado sin misiles en un enfrentamiento contra unos piratas y para colmo, me habían dañado el casco.

Por suerte para mí, Ruby me informó de que el casco aguantaría y los daños estructurales no eran del todo serios, podríamos aguantar una temporadita sin repararlo, lo suficiente como para ganar unos cuantos créditos y buscar algunos beneficios alternativos.

- Ruby, aterrizaremos en el astillero Argón de este sector, quizás podamos vender estas hierbas a algún que otro trabajador desesperado por "viajar" fuera de su litera.

Un aterrizaje sin problemas, el casco aguanta, por suerte el sistema de soporte vital no fue dañado, y... bueno... la chapa exterior siempre se puede soldar cuando haya dinero suficiente.

De pronto un mensaje sonó en toda la estación: *ALERTA, ALERTA* Naves Kha'ak han entrado en el sector.

Voví mi mirada y ahí estaban, eran impresionantes, 3 destructores y varios racimos, imposible calcular el numero de fuerzas Kha'ak que estaban a punto de acabar con el sector Argón.

- Ruby, será mejor salir de aquí, en nuestro estado jamas podremos hacer algo contra esos bichos.

Nos alejamos de la estación, pero no demasiado, lo suficiente para ver la inminente batalla que se avecinaba, además, un destructor Argón se aproximaba a la zona y no quería quedar atrapado en un fuego cruzado sin sentido.

- ¡Por todos los bichos del espacio, han logrado destruir una estación! Ruby, manten las distancias.

- Capitán, un explorador Kha'ak nos ha localizado.

- ¡Maldicion! Ruby, maniobra de evasion.

- Aún lo tenemos en cola.

De pronto una explosión acabó destruyendo al Kha'ak que llevabamos pegado como si de un perro se tratase. Un caza Argón había mandado a aquella mala bestia a los infiernos de donde nunca debió salir.

Sin embargo la gran batalla aún no había acabado, la segunda base Argón, una planta de energía, había caído bajo el fuego de los destructores Kha'ak. El sentimiento de impotencia que me invadió en ese momento no me dejaba pensar con claridad.

En el espacio, a mi alrededor, pude contemplar restos de la batalla, y entre ellos, algunos contenedores.

- Ruby, analiza el contenido.

- Misiles y un objeto desconocido.

- Bien, esta es la nuestra. Ruby, abre la bodega y prepárate para cargar los misiles.

Dos exploradores Kha'ak se encontraba en ese mismo instanste hostigando al destructor Argón que intentaba defender el resto de las bases que aún se mantenían a duras penas, y fue en ese momento cuando lo vi todo claro. Era una gran oportunidad, una grandísima oportunidad para hacerme con un gran cargamento de deshecho espacial, pero para ello debía ayudar a los Argón a acabar con los Kha'ak.

Tres pájaros de un tiro, si me salía bien la maniobra conseguiría material para vender por un buen dinero, ganaría algo de reputación con los Argón, y encima le devolveria el favor al piloto que me quitó al Kha'ak de la cola.

- Ruby, máxima potencia.

- Imposible alcanzar máxima velocidad

Los daños del casco me impedían viajar todo lo rápido que quería, pero allí estaba, intentando esquivar el fuego de los Kha'ak y el fuego amigo Argón.

Un poco más, un poco más, ya casi la tenía, la nave Kha'ak se movía dentro de mi objetivo y descargué todo mi laser sobre ella, lo suficiente como para dejarla bastante dañada.

- Ruby, ¡fuego!.

A mi orden, un misil mosquito salió volando hacia la maltrecha nave, alcanzándola de lleno, no salió piloto alguno.

- Un bicho menos.

Aún quedaba otra nave, esta fue mas fácil, estaba dañada por el fuego Argón y acabar con ella no supuso mayores problemas.

Por su parte, el destructor Argón, así como las bases del sector que aún se mantenían en pie, habían concentrado su fuego en las naves más grandes del enemigo que fueron cayendo una tras otra.

Otros cazas se unieron a la labor de limpieza y juntos logramos una victoria más contra los Kha'ak.

Miré a mi alrededor y al ver las bases destruidas, un pensamiento cruzó por mi cabeza... ¿realmente había sido una victoria? aunque ese pensamiento se desvaneció tan rápido como había llegado. Estaban ahí, esperando, multitud de contenedores que se pagarían a buen precio parecían llamarme.

- Sí, para mí ha sido una gran victoria.

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