domingo, 17 de octubre de 2010

Valdor Skarth V

Y la mañana llegó, y con ella el desayuno. Un suculento desayuno para el capitán que Valdor había preparado con diligencia. Estaba compuesto por un delicioso conejo asado, aromatizado con algunas hierbas que había logrado encontrar horas antes. Parecía como si quisiera preparar al grandullón para una desagradable noticia.