Ekryz y su esposa Helina tuvieron un hijo al que pusieron por nombre Debrin. Su aspecto débil, y la piel clara, resaltaban el color azabache de sus cabellos y sus ojos, negros como la noche sin estrellas; el pequeño contemplaba el nuevo mundo que le rodeaba con mirada despierta y expresiva. Había heredado los rasgos faciales de su padre, pero su constitución no parecía provenir de la familia.
Hasta siempre... quizá.
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Por unos u otros motivos cambiamos de vida y de costumbres, en este caso
hace ya tiempo que mi pluma se quedó olvidada en algún cajón.
Quizá un nuevo mundo ...
Hace 12 años